Por Margarita Ladrón de Guevara
Suplemento Cultural Barroco
Suplemento Cultural Barroco
“Yo no estoy haciendo nada por el Bicentenario, ni siquiera esta obra” sentencia categórica la actriz yucateca Ofelia Medina, quien terminó el pasado jueves la breve temporada de ocho funciones del monólogo Josefa íntima, en el Palacio de Gobierno bajo la dirección y dramaturgia de Javier Velásquez y música de Ernesto Martínez, con el patrocinio de la Comisión para los Festejos del Bicentenario y Centenario. Para la actriz, las condiciones en las que viven los mexicanos de hoy son peores que las que había hace 200 años, por eso ella no festeja ni celebra este 2010, simplemente sigue trabajando. Y tiene mucho que hacer, pues, dice “afortunadamente tengo todo el año ocupado”. De Querétaro viajará a Chiapas y a su labor en los campamentos zapatistas; después, el contraste del primer mundo: irá a Santa Bárbara, California; también prepara un espectáculo en las Jornadas Alarconianas en Taxco, Guerrero. Y así continuará todo el año; “vivo en una maleta”, metaforiza.
Dice que, en este momento de su vida, no le falta nada, al contrario, le sobra. “Me sobra indignación, miedo, dolor, a veces decepción, angustia y, al mismo tiempo, amigos, amores, causas que son motor de vida”.
Ofelia Medina afirma que en tiempos actuales hacen falta “personas con espíritu libertario”. Hoy, como hace doscientos años y más, palabras como corrupción y sangre viven vigentes en México “estamos peor, obviamente, a como estábamos antes; somos un país en el caos porque somos muchos más, proporcionalmente hay más miserables y desigualdad”. Pero a ella no le gusta que le pregunten si hay soluciones, ella es de acción “yo no voy predicando, no ando diciéndole a la gente qué hacer; yo no encabezo ningún movimiento, simplemente participo”.
Josefa Ortiz de Domínguez, una mujer a la que Querétaro le rinde homenajes todos los días a través de la vida cotidiana que se vive en calles, plazas, un municipio y hasta el estadio con su nombre, es encarnada por Medina como un fantasma que recuerda su vida, la noche que su esposo Miguel Domínguez la encerró para protegerla; enumera y describe a todos sus hijos; y ve cómo decapitan a sus amigos Miguel Hidalgo e Ignacio Allende. La voz de Josefa, desde la voz de Ofelia, es doliente. “¿Cómo va pasar una persona por todo lo que vivió Josefa y no tener dolor?”, increpa enérgica la actriz “ella habla de cadáveres, de ríos de sangre… ¿cómo no va a estar doliente?” No habla de lo que, como actriz, le imprimió al personaje “cada quien ve lo que puede ver, lo que la información que tenga le permita ver; no busco nada con el personaje, yo sólo lo interpreto y es el público el que decide tomar una u otra cosa de él, no de mí”.
Josefa Otriz, Gertrudis Bocanegra y Frida Kahlo son algunas mujeres que ha interpretado en teatro y cine; en televisión, sin duda el más famoso es Rina, telenovela de 1977. Afirma que el proyecto más importante de su vida es Cada quien su Frida, de 2006. También hizo un capítulo de la serie Mujeres asesinas y compartió escenario con la vedette cubana Niurka en Las Arpías.
Ella se extiende sin entusiasmo o nostalgia al hablar de sus personajes “a casi todos los recuerdo con cariño aunque haya sido una telenovela tonta”. Y añade “todos los personajes que he hecho me han afectado”.
Desde dar su voz en la cinta animada de La leyenda de la Nahuala o actuar en El deseo, de Víctor Hugo Rascón Banda, para Ofelia la concentración es la misma “la energía para estar en escena es la misma si es para teatro, cine o TV porque uno se concentra en el personaje, entonces por supuesto que afecta, tienes pensamientos imaginarios y provocas emociones en tu cuerpo”. Y ¿cómo le afectan los personajes? “en ellos dejo mi cuerpo y mi voz”.
A Ofelia le agrada encontrar un Querétaro con tanta oferta escénica, le interesa saber sobre la vida local y las actividades artísticas; durante su estancia en Querétaro en la pasada semana, impartió para nueve actores locales el taller de voz y creación de personajes “muy talentosos todos los que participaron”, reconoce. Ella, que estudió en el Actor’s Studio de Lee Strasberg –donde aprendió el método- y en el Odin Theatret de Dinamarca, explica que en sus talleres ayuda a entrenar el instrumento del actor: la voz y el cuerpo. “Un actor es un banco de emociones, de sensaciones, de ambientes y situaciones que puedes traer a escena; mi instrumento está entrenado para percutir y resonar los personajes, yo soy una actriz entrenada, yo no saco mis emociones en escena, son las del personaje”.
En su carrera como actriz, no hay personajes que signifiquen o representen algo y enfatiza con ejemplos “Rina es un personaje que quiero mucho y que me convirtió en una actriz muy popular”, nada más; de Frida Kahlo, por quien debutó como dramaturga y directora al hacer "Cada quien su Frida", agrega “ella es una obsesión de muchos años y es el trabajo más completo que he realizado; pero yo no me pregunto si es uno u otro personaje, simplemente tengo la inquietud u obsesión y lo hago”.
Pero de un lado de la obsesión y la inquietud creativa también está la parte económica “para que yo participe en un proyecto me debe gustar y me deben pagar bien”. Del público no dice nada. Parece incómoda al escuchar que ella es reconocida como una de las mejores actrices, si no es que la mejor, de México “qué bueno, me halaga, pero eso no lo sé yo”, y da por terminada la entrevista.
http://suplementobarroco.blogspot.com/2010/05/me-sobra-indignacion-ofelia-medina.html
Estimados amigos de medinaofelia.blogspot.com, nuestra prestigiosa publicacion estará realizando una edición en honor a Frida Kahlo para lo cual quisieramos hacer una entrevista a Ofelia Medina quisieramos saber si podrían ayudarnos con el contacto de Ofelia Medina, por favor comuniquenos sus dudas a investigacion@bgmagazine.com.ec.
ResponderEliminarAlberto Vazquez Moreno
Edición- BG Magazine
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