MAZATLÁN._ Con una cátedra de actuación a cargo de las experimentadas Ofelia Medina, Magda Guzmán y Patricia Reyes Spíndola, ocho mujeres acapararon la atención de cientos de mazatlecos, quienes abarrotaron el Teatro Ángela Peralta para disfrutar de la obra Las Arpías.
Son Medina, Guzmán y Spíndola quienes se "roban" la puesta en escena, pues verlas en un duelo de actuación resulta espléndido para el público, y son justamente estas primeras actrices quienes iluminan la historia que combina elementos policiacos con tintes de comedia.
De las ocho mujeres que aparecen en escena todas tienen un secreto oculto, tras ellas se esconde una asesina.
El recinto lució repleto de público, quienes llegaron empapados por la lluvia que cayó el martes y que quedó muy de acuerdo con la historia, que se desarrolla en una tormenta.
Y es que todos querían ser testigos de ese encuentro de mujeres, de esa ronda de veneno, de intrigas, pero sin perder nunca el estilo y la elegancia.
Dirigida por Humberto Zurita, la obra gira en torno al asesinato de Marcelo un rico empresario, a quien encuentran en su recámara con un cuchillo clavado en la espalda.
Entre todas las mujeres que habitan la casa está la asesina y aunque cada una de ellas inculpa a la otra, poco a poco se va descubriendo que todas tienen un motivo para haberlo matado.
La esposa, las hijas, la hermana, la cuñada, la suegra... nadie se escapa de ser sospechosa.
La homicida de Marcelo lo mismo podía ser Luisa, interpretada por Ariane Pellicer, quien es la sirvienta; la nana Eva (Magda Guzmán); Mariana, la esposa (Ofelia Medina); Gina, la hija (Adriana Fonseca), quien es la más joven de la familia o Lucía, la hija mayor (Ana Patricia Rojo), que acaba de regresar a casa.
También está Gabriela, la hermana de la víctima (Victoria Ruffo); la abuela (Luz María Jerez) y la tía (Patricia Reyes Spíndola). La única que no habita en la residencia es Gabriela, sin embargo ella también es sospechosa del crimen.
Con personalidades distintas, pero con motivos suficientes para acabar con la vida de Marcelo, la historia se complica cada vez más al querer desenmascarar a la culpable.
La obra es larga y con un intermedio de 10 minutos, sin embargo, el peso de las actuaciones que ofrecen Medina, Guzmán y Spíndola logra mantener cautivo al público.
El trío de primeras actrices ofrecen una cátedra de actuación, tanto que las actrices más jóvenes lucen "chiquitas" al lado de semejantes monstruos de la actuación.
El final es sorpresivo, Marcelo no está muerto, en complicidad con Gina, su hija menor, simuló estarlo para saber qué pasaría después de su partida. Sin embargo, al darse cuenta que vive entre un nido de arpías, se quita la vida.
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