REFLEXIONES
A las 11 de la noche del jueves 23 de abril, de boca del Secretario de Salud, recibimos la noticia y la acatamos sin chistar, de que las escuelas a las que asisten nuestros hijos (7´035,838 alumnos de todos los niveles educativos de escuelas públicas y privadas, más cientos de miles de maestros y personal administrativo del Distrito Federal y el Estado de México), suspenderían labores de manera indefinida; al día siguiente, viernes 24, (en el que se debía aplicar en las primarias la Prueba Enlace, importantísima para la evaluación académica de la educación nacional), debido a la presencia del virus de Influenza Porcina en nuestro país.
Aceptamos, aún cuando el aviso fue dado en los noticieros de la televisión 8 horas antes de que empezaran las clases y cuando el día anterior la noticia de que existía la posibilidad de la presencia del virus de la "Gripe Aviar" ó de una Influenza similar en nuestro país, ocupaba espacios muy pequeños en la prensa escrita y menciones no importantes en noticieros de radio y televisión.
El anuncio lo hace el Secretario de Salud, NO EL CONSEJO DE SALUBRIDAD GENERAL, el susodicho Secretario, nos dijo además que el (novatísimo y a todas luces ignorante e inexperto) Secretario de Educación de México, estaba de acuerdo en que se suspendieran las clases de más de 7 millones de escolares, porque según ellos, somos víctimas de una epidemia, que hasta ese día había ya causado el deceso de 16 personas.
Nadie sabe en qué momento y con que autoridad, el Secretario de Salud convierte un brote de influenza porcina, ( no aviar ) en un brote psicótico que afecta a un país de 107 millones de personas.
Además el aviso, no aclara qué deben hacer madres y padres trabajadores que no tienen con quien dejar a sus hijos para poder presentarse a laborar. ¡Ah!, pero no hay que preocuparse, porque en la mañana, muy temprano, en otro noticiero de la tele , nos dirán que los ocupadísimos secretarios ya le han pedido a los patrones que tengan la bondad y la generosidad de no descontar el día a trabajador@s que no pueden dejar sus hijos a cargo de alguien. Esto, en medio de la repetición hasta la náusea de los síntomas de la influenza que ahora todos creemos empezar a sentir.
Por otra parte el vocero de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también apareció en los noticieros, dijo haber sido informado de un “evento” en el que se había comprobado que aproximadamente 20 personas adultas habían contraído la enfermedad, y en ningún momento mencionó la palabra EPIDEMIA.
Millones de niños en nuestro país están enfermos. Sí, con dolor de mi corazón, les informo o recuerdo, que el día de hoy (como el de ayer , anteayer y así para atrás, por sexenios y sexenios, desde que tengo memoria y conciencia), mueren en México cada día, más de 100 niños a causa de la desnutrición, de tos o de diarrea, en alguna comunidad indígena, en los cinturones de miseria alrededor del DF o en comunidades urbanas y rurales del estado de México y de todos los estados de nuestro país.
Las muertes de est@s niñ@s son ignoradas por tod@s nosotr@s.
En el nefasto ¿gobierno? anterior, la Secretaría de Salud reconoció 40 000 muertes infantiles ANUALES (¿si reconocen 40,000 ¿cuántas serán?) a causa de enfermedades como el sarampión, la tos, infecciones intestinales y de las vías respiratorias, en los cuerpecitos de niñ@s desnutrid@s.
Estos niñ@s, mueren en brazos, porque no hay hospitales en sus comunidades ni a muchos kilometros y sus familiares tendrían que recorrer con ellos cargados y a pié, grandes distancias para llegar a un Centro de Salud, al cual, si alcanzan a llegar con sus niñ@s vivos, no habrá ni médico ni medicina para ell@s y serán discriminados y maltratados.
Lamentamos las 20 víctimas mortales de Influenza Porcina confirmadas la noche del viernes por el señor Córdova Villalobos.
Estas veinte muertes, son la quinta parte de las que suceden en un solo día a causa de la INJUSTICIA SOCIAL, que padecemos como –la peste- más de 100 millones de mexican@s.
La noche del viernes, en los noticieros de la tele, también nos enteramos que ya son 1,004 las personas que presentan síntomas similares a los de la Influenza Porcina. El Secretario de Salud nos dio a conocer las medidas a tomar para que la epidemia no se extienda:
Continuar con la suspensión de clases por los próximos 10 días, así como de todas las actividades que reúnan a más de 100 personas.
Evitar el contacto físico con otras personas.
Acudir al médico tan pronto se presenten todos los síntomas conocidos y no automedicarse.
Lavarse las manos con frecuencia.
Recibir los tapabocas que gentiles militares les proporcionen.
Tal vez las medidas propuestas sean las correctas, pero tienen que ser aplicadas de manera responsable y ética.
Además con tristeza escribo, que si estas medidas se aplican así nada más, sin reconocer que para que ésta y otras enfermedades no se propaguen en nuestro país, debemos empezar por CUMPLIR EL DERECHO ALIMENTARIO Y AL AGUA LIMPIA QUE LE ES NEGADO A MÁS DE 50 MILLONES DE MEXICAN@S, QUE SOBREVIVEN EN LA POBREZA Y LA MISERIA. Y QUE SON LOS MAS VULERABLES A CONTAGIARSE DE FATALES ENFERMEDADES DEBIDO A LA DESNUTRICIÓN CRÓNICA, MODERADA Y SEVERA QUE PADECEN.
Los millones de escolares ya venían de 2 semanas de vacaciones y 4 días después de iniciadas las clases, éstas se vuelven a suspender.
Es irresponsable por decir lo menos, que las "autoridades" de salud y educativas de nuestro país no se hayan ocupado más que de suspender labores y no dotan al estudiantado de tareas o labores a realizar en sus casas! ¿Qué harán las familias mexicanas que no tienen recursos ni para darles desayuno a sus hijos y que éste se les proporciona en la escuela?, ¿Qué harán las familias para no caer en la paranoia debida al ocio al que nos condenan?, ¿No habría más control si los niños y jóvenes asistieran a sus centros educativos y fueran vigilados por personal médico experimentado?
Estamos viviendo como en una película de ciencia ficción, en la que muchos tienen miedo, enojo, furia, frustración e incertidumbre.
Sé que soy una persona muy mal pensada ...la burra no era arisca, la hicieron... pero, estoy adolorida de ver que en México la desgracia y la enfermedad, rápidamente se convierten en "bisnes". ¿Cómo olvidar a Mr. Fox cargando enchapopotadas láminas de cartón en su inútil cabeza, para promocionar el negocio de los hijos de Martita?
Muchos negocios de la ciudad, en las últimas 48 horas han sufrido terribles bajas, menos las farmacias que han aumentado sus ventas entre un 300 a 500 por ciento, ¿quién(es) se beneficia(n) de todo esto?, ¿Con quiénes del -¿gobierno?- se "entienden" las compañías farmacoquímicas? ¿Quién tiene la concesión y distribuye los tapabocas?.
Para terminar, externo mi más profundo temor, con la esperanza de que al expresarlo, se vuelva imposible.
¿Es ésta increíble situación que estamos viviendo (en la que hoy sábado fuimos echados de parques, por uniformados que nos pedían irnos a nuestras casas) un ensayo de la suspensión de nuestras “Garantías Individuales”? ¿Es el decreto presidencial, aparecido el sábado a las 16 horas, un intento torpe de justificar acciones violatorias nuestras garantías?
¿Qué hay detrás de estos operativos que nos producen terror? ¿Qué noticias tendremos de alzas de precios, despidos y otras desgracias? ¿Qué más nos quieren quitar?
Para salir de la parálisis en la que el desgobierno nos quiere sumir, mirémonos a los ojos, recordemos a los distantes y los caídos, unamos nuestras manos y nuestros corazones. Abracémonos, besémonos y después: ¡a hablar, a discutir y a exigir el cumplimiento de los derechos de tod@s, como única medida para recobrar la dignidad olvidada a golpe de corrupción, deshonestidad, ineptitud e ignorancia y para que las epidemias no se propaguen irremediablemente, en perjuicio de tod@s!
Y como dijo, nuestra Rosario de Chiapas, "(...) recuerdo, recordemos, hasta que la justicia se siente entre nosotros".
Ofelia Medina.
mayo-abril 09