Más de 500 personas, 300 en el interior del Teatro de la danza y 200 en el patio exterior, se congregaron para escuchar la conversación que sostuvieron la tarde del miércoles, las antidivas Regina Orozco y Ofelia Medina, como parte del ciclo Conociendo a..., que organiza el Instituto Nacional de Bellas Artes en el Centro Cultural del Bosque. La capacidad del teatro fue insuficiente para contener al público expectante, que en una parte tuvo que observar y escuchar la conversación a través de una pantalla colocada en el exterior del recinto. Festejada por sus 40 años de trayectoria artística, durante la charla Medina agradeció la presencia de Samuel Ruiz, ex obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y del veterano coreógrafo Guillermo Arriaga, presentes en el acto. Medina, quien actualmente interpreta la obra de teatro Cada quien su Frida en el Teatro Julio Castillo, relató algunos episodios de su vida artística: sus inicios teatrales en el teatro de Héctor ¿Cholo¿ Herrera en Mérida, Yucatán, y posteriormente con Alejandro Jodorowski en la Ciudad de México, a los 11 años. Recordó a personajes clave en su vida artística como el director Julio Castillo, Cristina Bremen y Ofelia Guilmain, de quienes recibió apoyo tras salir de la casa paterna a los 17 años en forma definitiva, para comenzar su carrera en el arte dramático. Su trayectoria en el teatro, cine y televisión la llevó en la década de los ochenta a conocer las comunidades indígenas en distintos estados de la República, a la defensa de encarcelados de distintas etinas y al ¿conocimiento del infierno¿, como ella misma asegura. ¿La lucha por la liberación es la única manera de vivir. El arte es un camino de liberación. El teatro y la fama sólo sirven para ser escuchados por los que no tienen voz y para que hagamos algo. México es un país maravilloso. Los pueblos del mundo han hecho cambios extraordinarios. Nosotros estamos a punto y podemos hacerlo¿, dijo la actriz y activista social al referirse al conjunto de injusticias sociales que prevalecen en las comunidades chiapanecas, donde ha realizado una serie de actividades de asistencia social. Identificada con el movimiento zapatista, la actriz no perdió la oportunidad para pronunciarse en contra de la injusticia contra los sectores desprotegidos de la población. ¿En nuestro país mueren más de 200 niños diarios por desnutrición, mientras tenemos también al hombre más rico del mundo. Creo que la única justificación que encuentro para estar delante de ustedes es hablar de esto. ¿Mi trabajo en el teatro me lo gano día a día y por eso aprovecho que todos ustedes vinieron, para decirles que si no hacemos algo al respecto, somos cómplices. La comunidad artística mexicana siempre ha sido un ejemplo de conciencia y de edificación activa.¿ Actualmente Ofelia Medina financia, a través de distintas actividades artísticas, la compra y entrega de 1500 paquetes de alimento diario para las comunidades de desplazados en Chenalhó, Chiapas. En otro momento, la actriz citó un fragmento de Frida Kahlo para apuntalar el sentido de su lucha social. ¿La angustia y el dolor, el placer y la muerte no son más que un proceso para existir la lucha revolucionaria. Este proceso es una puerta abierta a la inteligencia¿, dijo. La conversación concluyó con un pastel y cuarenta velas, una por cada año de actividad artística de Ofelia Medina. En el momento más conmovedor de la noche, el coreógrafo Guillermo Arriaga dio lectura a un poema escrito para la festejada cuyas líneas decían: ¿Ofelia Frida, Frida Medina, la única Frida encarnada en estampa, en tripas, en mentadas, en amor a la Frida de Diego, a la encarnación única de la Kahlo verdadera¿¿. |
Autor/Redactor: CONACULTA |
Editor: Manuel Zavala y Alonso |
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