jueves, 25 de mayo de 2000

Telenovelas de Ofelia


Ofelia Medina hace su debut en televisión al lado de Ernesto Alonso, quien la llama para participar en la serie Landrú. Su primer protágonico lo realiza en Lucía Sombra, donde interpreta una invidente. Las novelas siguientes siguen las normas de las telenovelas: muchachas humildes, abnegadas, luchando en contra de los villanos para realizar su amor con el galan, así más o menos son los argumentos de La Señora Joven yLa Hiena. En Paloma la protagonista no sólo se dedica a llorar por los desplantes del protagonista: es una estudiante universitaria que lucha por conseguir una profesión. Su siguiente telenovela, Rina constituye un éxito fuera de serie. Con esta novela se abre para las telenovelas el horario nocturno-- el llamado horario estelar. La historia de la jorobada heredera de la fortuna de un ávaro millonario mantiene cautivo al pueblo mexicano, incluyendo al público masculino, quien por fin accede a ver uno de esos "melodramas para mujeres". Hasta la fecha, la jorobada Rina es recordaba por el pueblo mexicano.

Entre sus telenovelas, destacan Toda Una Vida y La Gloria y el Infierno. Bautizada como una telecrónica, Toda Una Vida fue la primera super producción de TELEVISA en los años ochentas, donde se recrea la vida de una tiple española a principios de siglio. En el equipo de producción se integran talentos como el del director de teatro de vanguardiaHéctor Mendoza, quien se había rehusado, hasta ese entonces a dirigir una telenovela; el director de fotografía,Alex Phillips, Jr, también en su primera colaboración para televisión, y el escritor Luis Reyes de la Maza, Doctorado en Letras e Investigador de la UNAM. Al tranformarse en una tiple de principios de siglo, Ofelia Medina hace gala de sus multiples talentos: cantando, bailando, y sobre todo actuando.


La Gloria y el Infierno adaptada por Antonio Monsell, quien le imprime un tratamiento literario ya inusual para las telenovelas que se producen en ese tiempo, además de contar con la dirección de escena de Gonzalo Martinez, director de cine ganador de multiples premios entre ellos la Diosa de Plata de IMCINE por su película El Principio (1973) y en la dirección de cámaras a Ernesto Medina, también director de cine, logrando así un producto de cualidades cinematográficas, donde se narra la desintegración fisica y moral de los Vallarta, una familia de terratenientes. La novela rompe con los esquemas establecidos del melodrama de telenovela latino americana: el argumento no se basa en los probelmas sentimentales de la pareja romántica. La novela se desarrolla en el México posrevolucionario, en un mundo rural donde las grandes haciendas van transformándose en reliquias de una época más o menos desterrada a balazos que aún está en vías de extinción. Al final, una vez que pierde sus tierras, la fuente de su poder, el señor de la casa (Jorge Russeck) queda confinado a una silla de ruedas y sin habla, cuando ya de su mundo, el mundo del que fue amo y señor, sólo quedan esa hacienda transformada en ruina. Los protagonistas (Ofelia Medina y Hector Bonilla), quienes a lo largo de la novela se rehuzaron a ceder a su pasión, mueren entre sus brazos, victimas de unos bandoleros.

También ha actuado en programas unitarios como Cosa Juzgada, La Santa, Doce y una, Trece, Mujer, Casos de la vida real, la Hora Marcada y en Las Aventuras de Cri-Cri, un programa especial dónde actúo al lado de Placido Domingo y Mirelle Matieu, en Para Gente Grande con Ricardo Rocha, en uno de los programas nocturnos de Verónica Castro, y recientemente participó en Una vez al año…para toda la vida, un especial de 30 minutos de educación sobre el cáncer en los senos, también con la participación de Cristina Saralegui, Edward James Olmos, entre otros, y co-producido por la escuela de cinematografia de la UCLA.